Diagnosis: retinoblastoma
In the vibrant city of Madrid, Spain, a mother-daughter duo, Carmen and Andrea, recently shared their remarkable journey navigating the challenges of retinoblastoma. Retinoblastoma is a rare form of eye cancer that threatened Andrea’s vision at a very young age. Their inspiring story highlights the unwavering determination, maternal intuition, and resilience that has shaped their lives.
At just 4 months old, a photograph of Andrea revealed a concerning glow in her eye. Carmen, her devoted mother, initially dismissed this glow as a camera error. However, her maternal instinct insisted that there might be something more significant at play. Seeking reassurance, she consulted their general practitioner (GP), who, unable to identify any immediate concerns, assured her that Andrea was healthy.
Despite the GP’s reassurance, Carmen’s intuition that something was wrong with her daughter’s vision persisted. Driven by a mother’s love, she embarked on an independent search for answers. Carmen scoured the internet for possible eye conditions that could present with a glow. She was also determined to find a specialist who could provide the answers she sought. Through her extensive search Camen discovered Dr. Jesús Peralta at Hospital La Paz in Madrid.
At eight months of age, under the expert care of Dr. Peralta, Andrea’s condition was diagnosed as bilateral retinoblastoma, tumors were found to be affecting both her eyes. To combat the cancer, Andrea underwent systemic chemotherapy. Andrea’s battle was not without its hurdles. Her left eye did not respond favorably to chemotherapy and after four rounds, the difficult decision was made to proceed with enucleation—the surgical removal of her left eye.
Following the enucleation, she endured two additional sessions of chemotherapy. Frequent check-ups at the hospital became a regular occurrence, as they diligently monitored her progress. Complications arose in her right eye including the need for cryotherapy to treat the growing tumors and subsequent retinal detachment resulting from radiotherapy.
Throughout the treatment and recovery process, Andrea displayed incredible resilience and determination. She underwent multiple prosthetic eye replacements as she grew. Each time she adjusted to the physical changes and found strength in her own self-acceptance. Despite partial vision in her remaining eye, Andrea’s spirit remained strong and she looked at the future with great hope and aspirations..
Now 17 years old, Andrea stands on the brink of a very bright future. Despite the challenges she faced in the past, she is currently finishing her final year of high school and aspires to pursue her dream of becoming a primary school teacher. With her perseverance and the support of her loving family Andrea aims to attend the prestigious Universidat de Alcalá de Henares in Spain.
Andrea and Carmen’s journey is a testament to the power of love, resilience, and maternal intuition. Their unwavering determination in the face of retinoblastoma’s challenges serves as an inspiration to all. As Andrea prepares to embark on the next chapter of her life, their story reminds us of the strength that lies within the human spirit and the transformative power of unwavering love and support. Listening to that little voice that helps to guide us all led to the discovery of Andrea’s condition in time to save her from losing both eyes and quite literally also saved her life.
We look forward to watching Andrea move forward with her studies and her career and hope that as a schoolteacher she will be able to show even very young children that there is nothing that can hold you back from achieving your dreams!
SPANISH TRANSLATION:
Un Viaje de Resiliencia y Amor: La Historia de Andrea y Carmen Superando el Retinoblastoma
En la vibrante ciudad de Madrid, España, un dúo madre-hija, Carmen y Andrea, recientemente compartieron su notable viaje enfrentando los desafíos del retinoblastoma. El retinoblastoma es una rara forma de cáncer ocular que puso en peligro la visión de Andrea desde una edad muy temprana. Su inspiradora historia reafirma la determinación inquebrantable, la intuición maternal y la resiliencia que ha moldeado sus vidas.
A los escasos 4 meses, una fotografía de Andrea reveló un brillo preocupante en su ojo. Carmen, su devota madre, inicialmente descartó ese brillo como un error fotográfico de camera. Sin embargo, su instinto maternal insistía en que podría haber algo más significativo en juego. Buscando tranquilidad, consultó a su médico de cabecera, quien, incapaz de identificar ningunas preocupaciones inmediatas, le aseguró que Andrea estaba sana.
A pesar de la tranquilidad del médico de cabecera, la intuición de Carmen de que algo estaba mal con la visión de su hija persistía. Impulsada por el amor de una madre, ella independientemente se emprendió a una búsqueda de respuestas. Carmen escudriñó la internet en busca de posibles afecciones oculares que pudieran presentar un brillo. También se decidió a encontrar un especialista que pudiera brindarle las respuestas que buscaba. A través de su exhaustiva búsqueda, Carmen descubrió al Dr. Jesús Peralta en el Hospital La Paz de Madrid.
A los ocho meses de edad, bajo los cuidados expertos del Dr. Peralta, Andrea fue diagnosticada con retinoblastoma bilateral, encontrando tumores que afectaban ambos ojos. Para combatir el cáncer, Andrea se sometió a quimioterapia sistémica. La batalla de Andrea no estuvo exenta de obstáculos. Su ojo izquierdo no respondió favorablemente a la quimioterapia y, después de cuatro sesiones, se tomó la difícil decisión de proceder con la enucleación, laextracción quirúrgica de su ojo izquierdo.
Después de la enucleación, pasó por dos sesiones adicionales de quimioterapia. Las visitas frecuentes al hospital se convirtieron rutinarias, ya que monitoreaban diligentemente su progreso. Surgieron complicaciones en su ojo derecho, incluyendo la necesidad de crioterapia para tratar los tumores en crecimiento y un desprendimiento de retina a resultado de la radioterapia.
Andrea mostró una increíble resiliencia y determinación a lo largo del proceso de tratamientos y recuperación. Se sometió a múltiples reemplazos de ojo protésico a medida de su crecimiento. Cada vez se adaptaba a los cambios físicos y encontraba fortaleza en su propia aceptación. A pesar de la visión parcial en su ojo restante, el espíritu de Andrea se mantuvo fuerte y miraba hace su futuro con gran esperanza y aspiraciones.
Ahora, con 17 años, Andrea se encuentra al borde de un futuro muy prometedor. A pesar de los desafíos que enfrentó en el pasado, está terminando su último año de secundaria y aspira a perseguir su sueño de convertirse en ser maestra de educación primaria. Con su perseverancia y el apoyo de su amorosa familia, Andrea tiene como objetivo asistir a la prestigiosa Universidat de Alcalá de Henares en España.
El viaje de Andrea y Carmen es un testimonio del poder del amor, la resiliencia y la intuición maternal. Su determinación inquebrantable frente a los desafíos de de la retinoblastoma sirve de inspiración para todos. Mientras Andrea se prepara para embarcarse en el próximo capítulo de su vida, su historia nos recuerda la fuerza que reside dentro del espíritu humano y el poder transformador del amor y el apoyo inquebrantable. Escuchar esa voz pequeña dentro de nosotros que nos ayuda a guiarnos a todos llevó al descubrimiento de la condición de Andrea a tiempo para salvarla de la perdida de ambos ojos y, literalmente, también le salvó la vida.
¡Esperamos con ansias ver a Andrea avanzar en sus estudios y su carrera, y esperamos que como maestra pueda mostrarles a los niños pequeños que no hay nada que pueda impedirles alcanzar sus sueños!