At the age of four, Carla Soto Vargas was diagnosed with Class 2B Unilateral Retinoblastoma, a rare form of eye cancer. Her mother’s keen observation of a flash photograph, which revealed a peculiar glow, led to the timely detection of the tumor. The journey through cancer treatment resulted in the removal of her right eye and involved several rounds of chemotherapy and radiotherapy for almost 2 years, under the supervision of doctors Fernando Espina and José Santander at the public hospital Dr. Exequiel González Cortes, in Santiago, Chile. Today, Carla continues to inspire others as she works to raise awareness and provide support for families and individuals affected by childhood cancer in Chile.
Carla’s trip involved not only the battle against cancer, but also a subsequent fight against a Meningioma, a brain tumor, discovered just two years ago as a sequel to childhood cancer. During a routine eye exam, inflammation identified in the optic nerve led to the discovery of a six-centimeter tumor located behind the affected eye. For 12 years, Carla experienced various symptoms such as limited mobility, memory difficulties, and blurred vision due to nerve compression. However, after receiving the appropriate treatment, she has regained the independence and energy that she had not had for many years.
Carla’s personal experiences with cancer have prompted her to learn about her disease and seek support networks both at home and abroad. She has been involved with various non-profit organizations that support families with Retinoblastoma and other childhood cancers. Fundación Nuestros Hijos, established in 1990 by Dr. Marcela Zubieta and other parents of children with cancer, is one of the foundations with which Carla has collaborated, as well as having been the institution that will provide her with support during her childhood treatment. This organization offers support to families affected by childhood cancer, standing out as the first cancer rehabilitation center in Latin America, offering medical and rehabilitation care addressing cognitive, psychological and physical aspects to reintegrate survivors into their lives in the best possible way. This foundation also addresses the emotional needs of children and provides palliative care assistance. Carla worked for six years as a service volunteer receiving and sorting hair donations for future wigs that bring a little comfort and joy to children undergoing cancer treatment. In addition to Fundación Nuestros Hijos, there are other foundations that work to bring healing and support to families.
Carla along with other adults who studied childhood cancer in Chile have established the National Network of Survivors “Luz de Esperanza”, through which by sharing their stories and learning from each other, they have gained a deeper understanding of the challenges they face. patients and their families in different regions of the country. She recognizes the importance of reaching out to underserved communities and has been working with various foundations to provide much-needed support.
Carla recognizes the challenges that families in Chile face due to limited resources and discrimination. She strives to make a difference by participating in webinars and conferences, where she shares his experiences and promotes awareness. Emphasizes the importance of equal care and opportunity throughout the country. Her goal is to educate others about childhood cancer, encourage looking at the glow in flash photos, and remove the stigma associated with cancer and the loss of an eye. By sharing success stories and building a support network, Carla aims to empower families and help them proactively address the aftermath related to childhood cancer.
Carla’s outreach has been well received even internationally. Her participation in international conferences, such as the SIOP Conference, has given him the opportunity to connect with global experts and NGOs. Through speaking engagements at the university level and collaborations with institutions like St. Jude’s Children’s Research Hospital, Carla advocates for greater support and awareness on an international scale. She believes in the power of education and collaboration to bring about positive change and looks forward to creating exciting initiatives to advance surveillance and early detection of childhood cancer.
Carla Soto Vargas’ journey through childhood cancer has transformed her into a resilient advocate for childhood cancer support in Chile. Her experiences have fueled her commitment to raising awareness, providing support, and advocating for equal care and opportunity for all. By sharing her story and collaborating with international foundations and organizations, Carla seeks to inspire and empower families affected by childhood cancer. Their passion and dedication serve as a beacon of hope, encouraging others to overcome adversity and fight for a better future.
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Carla Soto Vargas: superando desafíos y abogando por el apoyo al cáncer infantil en Chile
A la edad de cuatro años, a Carla Soto Vargas le diagnosticaron Retinoblastoma unilateral clase 2B, una forma rara de cáncer de ojo. La aguda observación de su madre de una fotografía con flash, que revelaba un brillo peculiar, condujo a la detección oportuna del tumor. El viaje a través del tratamiento del cáncer ocasionó la extirpación de su ojo derecho e involucró varias rondas de quimioterapia y radioterapia durante casi 2 años, bajo el seguimiento de los doctores Fernando Espina y José Santander en el hospital público Dr. Exequiel González Cortes, en Santiago, Chile. Hoy, Carla continúa inspirando a otros mientras trabaja para crear conciencia y brindar apoyo a las familias y personas afectadas por el cáncer infantil en Chile.
El viaje de Carla implicó no solo la batalla contra el cáncer, sino también una lucha posterior contra un meningioma, un tumor cerebral, descubierto hace apenas dos años como secuela del cáncer infantil. Durante un examen ocular de rutina, la inflamación identificada en el nervio óptico condujo al descubrimiento de un tumor de seis centímetros localizado detrás del ojo afectado. Durante 12 años Carla experimentó diversos síntomas como limitación de la movilidad, dificultad en la memoria y visión borrosa debido a la compresión del nervio. Sin embargo, después de recibir el tratamiento adecuado, ha recuperado la independencia y energía que muchos años no poseía.
Las experiencias personales de Carla con el cáncer la han impulsado a informarse sobre su enfermedad y buscar redes de apoyo tanto en su país como en el extranjero. Se ha involucrado con varias organizaciones sin fines de lucro que brindan asistencia a familias con retinoblastoma y otros tipos de cáncer infantil. Fundación Nuestros Hijos, establecida en 1990 por la Dra. Marcela Zubieta y otros padres de hijos con cáncer, es una de las fundaciones con las que ha colaborado Carla, además de haber sido la institución que le brindará apoyo durante su tratamiento en la niñez. Esta organización ofrece apoyo a las familias afectadas por el cáncer infantil, destacando como el primer centro de rehabilitación oncológica en América Latina, ofreciendo atención médica y de rehabilitación abordando los aspectos cognitivos, psicológico y físico para reintegrar a los sobrevivientes a su vida de la mejor forma. Esta fundación también aborda las necesidades emocionales de los niños y brinda asistencia en cuidados paliativos. Carla trabajó durante seis años como voluntaria de servicio recepcionando y clasificando las donaciones de cabello para las futuras pelucas que llevan un poco de consuelo y alegría a los niños en tratamiento contra el cáncer. Además de la Fundación Nuestros Hijos, hay otras fundaciones que trabajan para brindar sanación y apoyo a las familias.
Carla junto a otros adultos que cursaron por el cáncer infantil en Chile ha establecido la Red Nacional de Sobrevivientes Luz de Esperanza, a través de la cual al compartir sus historias y aprender unos de otros, han adquirido una comprensión más profunda de los desafíos que enfrentan los pacientes y sus familias en diferentes regiones del país. Reconoce la importancia de llegar a las comunidades desatendidas y ha estado trabajando con varias fundaciones para brindar el apoyo que tanto necesitan.
Carla reconoce los desafíos que enfrentan las familias en Chile debido a los recursos limitados y la discriminación social. Se esfuerza por marcar la diferencia participando en seminarios web y conferencias, donde comparte sus experiencias y promueve la conciencia. Enfatiza la importancia de la igualdad de atención y oportunidades en todo el país. Su objetivo es educar a otros sobre el cáncer infantil, animar a observar el brillo en las fotos con flash y eliminar el estigma asociado con el cáncer y la pérdida de un ojo. Al compartir historias de éxito y construir una red de apoyo, Carla tiene como objetivo empoderar a las familias y ayudarlas a abordar de manera proactiva las secuelas relacionadas con el cáncer infantil.
El alcance de Carla ha sido bien recibido incluso a nivel internacional. Su participación en conferencias internacionales, como la Conferencia SIOP, le ha brindado la oportunidad de conectarse con expertos y ONG globales. A través de charlas a nivel universitario y colaboraciones con instituciones como St. Jude’s Children’s Research Hospital, Carla aboga por un mayor apoyo y conciencia a escala internacional. Ella cree en el poder de la educación y la colaboración para lograr un cambio positivo y espera crear iniciativas emocionantes para fomentar la vigilancia y la detección temprana del cáncer infantil.
El viaje de Carla Soto Vargas a través del cáncer infantil la ha transformado en una defensora resiliente del apoyo al cáncer infantil en Chile. Sus experiencias han impulsado su compromiso de crear conciencia, brindar apoyo y abogar por la igualdad de atención y oportunidades para todos. Al compartir su historia y colaborar con fundaciones y organizaciones internacionales, Carla busca inspirar y empoderar a las familias afectadas por el cáncer infantil. Su pasión y dedicación sirven como un faro de esperanza, animando a otros a vencer la adversidad y luchar por un futuro mejor.